REMOCIÓN DE MICRO Y NANO-PLÁSTICOS PRESENTES EN PROCESOS DE PRODUCCIÓN DE SAL COMESTIBLE

Este proyecto busca caracterizar la sal de maesa procesada en la República de Panamá para identificar si la misma está contaminada con microplásticos. Desde que inició en 1940 la fabricación comercial del plástico, la producción y el consumo de plástico han aumentado rápidamente (Cole et al., 2011), en el 2015 la producción de plásticos fue de aproximadamente 322 millones de toneladas métricas (Mt) (PlasticsEurope, 2016). De esta cantidad, aproximadamente de 5 a 13 Mt de residuos plásticos ingresaron al océano en 2010 (Jambeck et al., 2015), donde persistirán y se acumularán en las próximas décadas (Barnes et al., 2009). Debido a su alta disponibilidad, baja recuperación o reutilización, alta durabilidad, liberación accidental y descartes indiscriminados, los plásticos se han convertido en desechos que se acumulan a un ritmo descontrolado en el medio ambiente. Hasta la fecha se ha documentado que los desechos plásticos y las partículas macroplásticas pueden representar una amenaza para los peces, aves, tortugas y mamíferos marinos a través de la ingestión directa o indirecta, así como la interacción física con los desechos de mayor tamaño pueden provocar la muerte de algunas especies por asfixia (Ward et al., 2004). En una investigación en China (Yang et al., 2015), ha demostrado que las sales marinas pueden contener microplásticos, ya que son directamente suministradas por agua de mar. Para probar esta hipótesis, se recolectaron 15 marcas de sales marinas, sales de lagos y sales de roca / pozos de supermercados en toda China. El contenido de microplásticos era 550-681 partículas/kg en sales marinas, 43-364 partículas/kg en sales de lagos, y 7-204 partículas/kg en sales de rocas y pozos.